En el año 2013 se cumplió el centenario de la muerte del compositor español Tomás López Torregrosa. Tras la recuperación de un par de números musicales del autor alicantino (esto es, la edición y revisión de una nueva partitura y particellas) para el concierto de clausura de las I Jornadas de Zarzuela en Cuenca (2013) organizadas por la Fundación Jacinto e Inocencio Guerrero, surgió la idea de rescatar un espectáculo escénico completo creado por el mismo compositor.
Así, en octubre del mismo año, el archivo de la SGAE que dirige Mª Luz González Peña (CEDOA) me envió un buen número de zarzuelas escritas por Torregrosa en las versiones de canto y piano que tenían disponibles en su colección de documentos. De entre las decenas de títulos que Enrique Mejías (CEDOA) seleccionó y que durante días estuve estudiando y tocando al piano, me llamó poderosamente la atención la música y el texto de "El terrible Pérez" (1903). Era muy curioso observar que el estilo de aquella obra, aunque conservaba ciertos "españolismos" (o giros típicos de la música española), además, tenía un claro perfume procedente de la música de cabaret, del jazz americano, de las operetas francesa y vienesa, así como de otras danzas foráneas.